domingo, 19 de mayo de 2013

Lluvia




Fotografías: desde mi ventana de Barcelona

Fragmento del poema Lluvia, de Federico García Lorca:

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes! 

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres. 

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave. 

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte. 

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje! 

domingo, 16 de diciembre de 2012

El hilo de oro de Judith Scott




La artista norteamericana Judith Scott (1943-2005) dedicó una parte de su vida a tejer con hilos y materiales reciclados sugerentes esculturas con misteriosas formas. A veces recuerdan un pie, otras un nido, otras una forma de pájaro, otras simplemente son formas alargadas o madrigueras que contienen en su interior una pequeña cueva de tesoros (cartones reciclados, bolsas de patatas fritas, o incluso algunas de mayor tamaño, bicicletas o carritos de la compra).


La genialidad de las piezas de Judith queda entretejida con la excepcional historia de su vida, marcada por su condición de niña sordomuda  desde su nacimiento y con síndrome de Down.
Por si estos datos no fuesen suficientes, Judith nació gemela de Joyce, una niña "normal". Las pequeñas crecieron juntas hasta que cumplieron 6 años, y, como cuenta Joyce, "Una mañana me desperté y ella no estaba. Sólo recuerdo un espacio frío en mi cama. Dejamos de hablar de ella, y ella dejó de existir". La traumática separación de las dos hermanas se produjo cuando los padres decidieron abandonar a Judith en un centro para discapacitados.

Transcurridos 36 años, Joyce acude a reencontrarse con Judith. La pequeña se ha convertido en una mujer de metro cincuenta de estatura, aislada de sus compañeros y con comportamientos disfuncionales. Nadie se ha dado cuenta todavía de que es sordomuda, por eso en los informes médicos se estima que su capacidad intelectual es sólo del 30%.
El hilo de la historia transcurre hacia un final más feliz, desde el momento en que Joyce se lleva a su hermana a su casa y comienza un periodo educativo diferente, en el que se incluyen la asistencia asidua al Centro de Arte de Oakland (dedicado a estimular a los discapacitados mediante prácticas artísticas), en el cual Judith pasó dos años haciendo tan sólo garabatos sobre un papel.

Un buen día, Silvia Seventy, una de las artistas profesoras del centro, le ofreció unas madejas de hilo y algunos otros materiales. El universo de Judith no tardó en salir a la luz, realizando composiciones escultóricas que asombraron a la mayoría. Judith sonreía más a menudo, y a medida que cobraba mayor confianza en sí misma por sus éxitos creativos, comenzó a adornarse con curiosos collares, sombreros, y ropa elegida por ella misma. En todo caso, la expresión de una creatividad tantos años guardada bajo el silencio y el aislamiento, logró hacer que Judith sonriera con mucha frecuencia, el mejor regalo para su hermana.


La obra de Judith Scott figura en la historia de las vanguardias contemporáneas como uno de los principales exponentes del "art brut", es decir, del arte completamente intuitivo, sin razón alguna, de aquel que mueve al artista a trabajar desde lo más profundo, y no con el objetivo de complacer al espectador ni de ganar dinero. Como paradoja, sus esculturas alcanzan hoy en los mercados cotizaciones de miles de dólares. Numerosos museos de "art brut" de todo el mundo (Lausana, Baltimore, Tokio, Dublín), así como coleccionistas privados, han adquirido sus obras.


El caso de las gemelas Scott es una muestra de que, como confirman algunos estudios científicos, la conexión entre los hermanos gemelos está enlazada por sólidos vínculos, probable metáfora de las esculturas con hilos de Judith, en cuya obra figuran numerosos ejemplos de piezas pares. 



La obsesión de Ron Mueck



La primera vez que uno observa una escultura de Ron Mueck se pregunta cómo ha conseguido crear una persona "de carne" a partir de materiales inorgánicos (como el yeso que utilizan los dentistas, silicona, resina, y políester); también surge la pregunta de cuántas horas pasó insertando los cabellos, poro a poro, en la cabeza, las barbas, y el resto de las zonas anatómicas que cada creación leva cubiertas de pelo.
Muchos son los enigmas que acuden a la mente de quien visualiza estos seres humanos tan realistas, que, de no ser por las variaciones en el tamaño (a veces a escala mucho mayor que la humana, a veces menor), casi se dirían sacados de molde natural.



El secreto de Mueck, australiano de nacimiento (1958) y afincado actualmente en Inglaterra, son sus comienzos como modelador de figuras para efectos especiales en películas de cine (Dentro del laberinto, de Jim Henson es un filme donde, además de la interpretación de David Bowie, podemos ver algunas de las creaciones de Mueck). 

En 1996, con motivo de una retrospectiva de la artista Paula Regó (actualmente, su suegra) comienza a colaborar realizando obras escultóricas para exposiciones. De de la proximidad de estos dos talentos, interesados ambos en explorar la figura humana y la reacción psíquica que provoca el cuerpo físico, comenzaron a surgir ideas y trabajos.
Finalmente Mueck se convirtió en el afamado y admirado escultor hiperrealista que expone en las principales galerías y certámenes europeos y estadounidenses (Biennale de Venecia, Brooklyn Museum Art de Nueva York, entre otros).


De Mueck subyuga su obsesión por el detalle, por la meticulosidad, por la imitación perfecta de la anatomía y todas sus circunstancias. Mueck disecciona también edades de la existencia humana (desde su famosa recién nacida de proporciones gigantescas hasta el polémico retrato de su propio padre anciano y muerto).


Mueck confiesa que, aunque pretende explorar los límites entre la realidad y la ficción, "entre lo revelado y lo oculto, entre la presencia y la ausencia", le incomoda trabajar con modelos del natural. Usualmente utiliza fotografías, o su propia imaginación para construir sus personajes. 

Para la construcción de su proyecto Big Man, finalmente se decidió a tomar un modelo del natural, hallando una persona que le recordaba físicamente al ser que tenía en su imaginación. Cuenta Mueck que tal era su propia sensación de incomodidad mientras trabajaba, que su único deseo era echar al modelo. Después de sugerirle cortésmente que se sentara en una esquina, tomó varias fotos mientras pensaba que aquello no le serviría para nada, mientras el modelo comenzó a tomar una pose que finalmente agradó a Mueck. Realizó primero un boceto a lápiz, y después un modelo en arcilla. El resultado es otra de sus obras más impactantes, por sus dimensiones de 2,03x1,20x2,04 cms





El lado constructivo de Egon Schiele


Los autorretratos contorsionados, las anatomías famélicas, los desnudos  en actitudes obscenas, el desgarro del alma humana traducido a cuerpo físico son los rasgos que identifican la pintura de Egon Schielle, pintor austriaco que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Famoso sobre todo por sus desinhibidos retratos desnudos incluso de adolescentes y niños, y comentado en vida por su extravagante manera de vestir y de peinarse, pocos son los que recuerdan a Egon por su excelencia como pintor de arquitecturas y paisajes.

Seguramente sin saberlo, y como la mayoría de los buenos pintores, Egon supo hacer una disección del alma humana a través de sus pinceles, pero también deconstruyó el paisaje de una bella manera, atreviéndose a romper con las normas académicas hasta entonces establecidas. Por algo fue iniciador, junto con Klimt y  Kokoschka, de la corriente de Expresionismo Austriaco.
Igual que en sus retratos de personas, Egon deforma la realidad cuando trabaja el paisaje, para interpretarla desde su punto de vista, de hecho, él mismo confiesa que en muchas ocasiones prefiere pintar "de memoria" que colocándose frente al modelo. De esta manera son la intuición y el psiquismo del artista quienes guían sus manos a la hora de llevar los pinceles al papel o al lienzo. En el caso de Egon, debido a sus profundas carencias económicas, la mayoría de los soportes de su obra son papeles de no muy buena calidad.



Los paisajes de Egon tienen algo de místico, pero también de modernidad vanguardista. Su condición figurativa le aleja sin embargo de la literalidad de lo observado, y a través de la línea del dibujo severamente remarcada y un atrevido (y sorprendente para la época) uso del color, Schielle construye ciudades llenas de ritmo: pueblos que abrazan a los árboles, o árboles que acarician a las casas, tal y como muchos de sus personajes en la temática humana se abrazan, se acarician o se tocan.


En otros casos hay un orden y equilibrio perfectos, dentro del movimiento. Egon Schielle pintaba con la intención de dominar sus propios fantasmas personales en cada cuadro: la miseria, la muerte, el hambre, la enfermedad, la injusticia.  En definitiva, su pretensión estética tenía mucho que ver con la de construir también -igual que se trabaja la composición de un tema- la propia configuración de la armonía interna que busca el alma de un esteta, la explicación a la inexplicable turbulencia histórica y social que le tocó vivir y padecer en sus cortos pero fructíferos 28 años de existencia.


domingo, 7 de octubre de 2012

"No me pregunten quién soy ni me pidan que permanezca invariable"


Fotografías de Amedeo Modigliani. A la izda, en su juventud. A la dcha, a la edad de 35 años.

Las historias de todas las personas comienzan en el vientre materno. La de Amedeo Modigliani (Livorno, 12 julio 1884- París, 1920) se caracterizó por ser especial ya desde su etapa prenatal. Estando su madre embarazada, la guardia italiana prorrumpe en su domicilio para requisar bienes que deberán saldar deudas con numerosos acreedores. Existía una ley en el país por la cual, todos los objetos colocados sobre la cama de una mujer encinta, podían librarse del embargo. Modigliani salva así a su familia de la ruina, antes de nacer.

La vida artística de Modigliani comienza con una inclinación hacia la escultura que se ve truncada por sus graves problemas pulmonares crónicos, provocados por la enfermedad del tifus, que padeció a los 14 años. Amedeo decide así convertirse en pintor, y será uno de los más famosos del siglo XX, fama que le llegó  no sólo por la calidad de su obra artística sino por su capacidad de autodestrucción.
Alcohólico, pendenciero, adicto al hachís y amigo de andar con muchas mujeres, Modigliani seguía siendo, con todo, un trabajador compulsivo. Fue definido por Picasso como uno de los hombres más elegantes y guapos del París de la época, aunque la mala alimentación y sus excesos no tardaron en convertirle en un moribundo de 35 años con aspecto de anciano.

Su manera de entender la figura humana, perfilada con líneas gruesas, hacen de Modigliani un heredero perfecto de Toulousse Lautrec y un antecesor del Expresionismo Alemán. Vivía rápido y pintaba aún más deprisa: en sus cuadros podemos apreciar pinceladas de ejecución suelta y decidida, mostrando retratos rotundos de rostros manieristas muy alargados, torsos naturalistas,  y los inconfundibles ojos sin pupila. Si los ojos son el espejo del alma, Amedeo Modigliani no necesitó otra cosa que apenas insinuarlos para captar a la perfección la esencia de las almas retratadas, característica por la que ha pasado a la historia como uno de los pintores que con mayor intensidad logró una comunión espiritual con sus modelos.

 Autorretrato, 1919
 Retrato de Jeanne Hebouterne

miércoles, 12 de septiembre de 2012

En el nombre de la tradición



¿Qué tienen en común estas dos imágenes? La primera retrata a Volante, un ejemplar de toro de lidia, momentos antes de que sus torturadores procedieran a la carnicería que le llevó a la muerte el pasado 11 de septiembre de 2012 en la localidad española de Tordesillas. La segunda es el retrato de Kadi, una niña africana de 5 años que en 1999 fue retratada (en un audaz y premiado reportaje de fotoperiodismo) por el fotógrafo Kim Manresa, momentos antes de que la buankisa que llevaría a cabo la operación, procediera a robarle una parte de su infancia y probablemente de toda su vida.

¿Qué sienten estos dos seres indefensos mientras sus ejecutores preparan las herramientas? A Kadi le vemos el rostro. Su mirada sesgada y su rictus serio parecen mostrarla desconfiada. Seguramente tiene mucho miedo y se siente sola. Se protege con lo único que tiene, un trapo oscuro, cerrando con sus manitas sabiamente su cuerpecillo, su intimidad. Probablemente intuye algo, con ese instinto ancestral que conservan los animales y los niños, porque aún no han sido contaminados por la sagaz malicia que existe en el corazón de muchos humanos adultos. Con ella es con lo que aprendemos a ser malos. Hay quien le llama "hacerse adulto".

Fijémonos ahora en quienes van a perpetrar semejantes atrocidades. Tras la pequeña, las buankisas  preparan su operación. Las buankisas son mujeres de unos 50 o más años que se dedican al oficio de parteras; sin conocimientos sobre medicina, enfermería, biología, ni formación alguna. Heredan la profesión de sus madres y abuelas. Por toda herramienta quirúrgica, poseen una cuchilla de afeitar, una tijera cualesquiera, o una navaja de afeitar. Por supuesto, se prescinde de toda precaución higiénica y no existe la anestesia.

El toro Volante tiene tras de sí un ejército enfebrecido de lugareños. Su perfil es el de hombres jóvenes y de mediana edad, cargados de adrenalina y con ganas de ensañamiento. Sería interesante elaborar un estudio sobre su perfil académico: su formación y cultura, aunque quizá no sorprendiera que entre ellos hubiera algún universitario (la sensibilidad y la conmiseración es una asignatura que no se enseña en las universidades. Lamentablemente, tampoco en los estudios primarios). Van armados con largas lanzas, y se han dotado de una posición favorable al ataque subiéndose a caballo. A Volante no le vemos la mirada, aunque no resultaría atrevido asegurar que en sus ojos hay algo muy semejante a lo que se asoma en los de Kadi.

Otro asunto en común que tienen estas dos tristes imágenes es que los crímenes perpetrados se realizarán en el nombre de la tradición; entendiendo por tal (desde el punto de vista antropológico) el conjunto de patrones culturales de una o varias generaciones, heredados de las anteriores, y transmitido a las siguientes, usualmente por considerarlos valiosos, a tal punto que en algunos casos adquieren prácticamente valor de leyes.

Preguntadas a quienes las perpetran las razones de la barbarie de la ablación, aducen que debe cumplirse la tradición. Formulado el mismo interrogante a los habitantes de Tordesillas, enarbolan la misma respuesta.

En países como África y España (y muchos otros del mundo) seguimos siendo, tristemente, protagonistas y víctimas de actos crueles e injustificados contra seres indefensos, en nombre de la tradición, de la costumbre. Ningún líder moral, político, religioso, intelectual o científico ha podido todavía parar la fuerza de la inercia de unas tradiciones absurdas y horripilantes que condenan al sufrimiento prolongado a víctimas inocentes.

Sólo nos queda escribir para denunciar, o tomar fotos para la concienciación del resto de habitantes de este planeta, en espera de que algún día la realidad nos ofrezca una Tierra más civilizada y más considerada con todos los seres que la habitan.

domingo, 9 de septiembre de 2012

La resiliencia del bosque quemado



La resiliencia es la capacidad atribuída a los humanos para seguir adelante de manera positiva a pesar de acontecimientos traumáticos, condiciones difíciles o heridas morales graves.

A finales de julio, la zona de L'Empordà (Girona) sufría uno de los incendios más devastadores y extensos que ha padecido en los últimos años la Península Ibérica; y del cual quien suscribe no quiso hacer eco en estas páginas, tan terrible resultaba la noticia.

Prefiriendo hacer una alusión más esperanzadora, poco más de mes y días después de aquellas fatídicas fechas, he tenido oportunidad de transitar la carretera que ofrece el desolador paisaje de los restos carbonizados de lo que un día fue un paisaje boscoso exuberante. La buena noticia es que en estos cuarenta días, la Naturaleza ha seguido adelante, y a ras de este suelo cenizoso velado por los esqueletos negros de los árboles que un día fueron verdes e irguieron sus ramas vivas al sol y a la lluvia; nacen estos pequeños brotes que prometen hacerse grandes y frondosos todo lo antes que puedan.

La resiliencia, por tanto, es sorprendente y rápida en los espacios naturales azotados por la devastación.

En todo caso, contemplando estas plantas bebé, y adivinando los años que tardará el bosque en ser lo que ya era, uno se pregunta  si la mente del pirómano que prendió la cerilla podría tener las mismas posibilidades de sana recuperación, y, asumiendo la torpeza de una acción tan ruin, empatizar con la magnitud del dolor que ha causado a las gentes que habitan esas tierras, los animales que allí tuvieron su morada, y los resignados árboles, que no tuvieron pies ni patas para intentar al menos salir corriendo.

Me gustaría pensar que la mente de esta persona (no sé si fue una o fueron varias) habrá adquirido después de este suceso una empatía con el dolor que causó su mano, y quisiera creer que, a partir de ahora, se convertirá en un ser humano compasivo y amoroso con lo que le rodea.

En el viaje por la carretera que cruza el bosque quemado de L'Empordà me acompañaba una jovencita de quince años. Preguntó por el significado de la palabra "pirómano". No pude evitar asociar el bajo nivel formativo que poseen los adolescentes españoles (a los que ya apenas se les enseña latín ni griego) con aquel viejo refrán que dice que "La ignorancia es la causa de todos los males".

Y pensé a continuación si los adolescentes pirómanos de los que hablaban las fuerzas de la investigación policial habrían podido elaborar unas bases adecuadas para su inteligencia emocional y su sensibilidad hacia el mundo si el sistema educativo de esta España saturada de telebasura y de incentivos al consumo se hubiera preocupado, desde hace muchos años, de ofrecer a los chicos una educación escolar de calidad.
O una educación (transmitida por padres y profesores) que les incitara a aprender a pensar por sí mismos a partir del cultivo de la mente y el espíritu, la cultura y los valores, antes que a partir de los antimodelos que ofrece la televisión y algunos juegos.



jueves, 23 de agosto de 2012

Saludo al Mare nostrum



Sirena. Escultura de Pere Jou 

El mar es un monstruo misterioso que no cesa en su vaivén. Algunos días, manso y seductor, brilla muy azul en destellos que son un imán para las almas. Cuando sopla el viento, las olas se tornan leviatanes, se enfurecen en gotas y en espuma, arrojan su violencia alardeando ante las rocas,  los cielos y  la arena, mientras proclaman que no querrán presencias que destruirían como pequeños juguetes.

Quienes hemos nacido tierra adentro, nunca los acostumbramos a la visión poética y grandilocuente de la hermosa masa azul, caprichosa en su devenir, imprevisible, seductora. Contemplé el mar por primera vez cuando tenía 13 años. No sé qué debe de sentir un bebé al que le llevan a estrenar el mar: mira y siente, y probablemente luego no recuerda. Yo sí tengo un recuerdo hermoso del primer mar que vi, el Mediterráneo, el mismo mar que la civilización romana llamó Mare Nostrum tras su demoledora conquista en las Guerras Púnicas con Cartago.

Mi primera visión de aquel universo con olor a yodo me transportó al interior de las postales suyas que había mirado desde niña. Sin embargo, en ese mi primer encuentro, el mar de las fotos cobraba vida: sonaba, olía, mojaba, acariciaba y abrazaba. Las noches siguientes, cuando retorné a mi ciudad sin mar, seguía despertándome con la dulce sensación de que era mecida por las olas.

De adulta, la vida me ha regalado una existencia cercana al mar,  que veo y admiro siempre que deseo. Dialogo en silencio con sus rumores muchas mañanas, y me cuenta secretos de vientos muy lejanos, de peces increíbles, de marinos errantes, de estrellas y planetas compañeros que tienen un reflejo vivo en infinitos seres abisales. Algunos días, me trae algas, conchas, piedrecillas y regalos. Otros, enfurecido, tan sólo quiere ser contemplado a distancia, descargar su enfado, acaso su llanto, una cólera antigua que azuza las costas.

Sin conocer apenas otros mares, el Mediterráneo es mi experiencia del agua. De la sal y los rumores no desvelados. De la poesía que ponen al descubierto los días del calendario cuando el agua se hermana con el alma del paseante silencioso cada mañana.


martes, 31 de julio de 2012

Philip Low, neurocientífico: “Todos los mamíferos y pájaros tienen conciencia”.





Philip Low es investigador en la Universidad de Standford y en el Massachusetts Institute of Technology. Junto con 25 investigadores más ha realizado un estudio cuyas conclusiones expuso en público el pasado día 22 de julio de 2012 en la Universidad de Cambridge, con la presencia entre los asistentes de su amigo personal Stephen Hawking.
Este equipo, integrado por prestigiosos neurocientíficos de todo el mundo, firmó ese día un manifiesto afirmando que todos los mamíferos, aves y otras criaturas -como los pulpos y otros animales marinos- tienen conciencia.


Low concedió la siguiente entrevista a la página web citada al final de este post:


Entrevistador: Los estudios sobre el comportamiento animal han afirmado que varios animales tienen cierto grado de conciencia. ¿Qué dice la neurociencia al respecto? 
Low: Descubrimos que las estructuras que nos distinguen de otros animales, tales como el córtex cerebral, no son responsables de la manifestación de la conciencia. En pocas palabras, si el resto del cerebro es responsable de la conciencia y esas estructuras son semejantes entre seres humanos y otros animales, como mamíferos y aves, llegamos a la conclusión de que estos animales también son conscientes.
Entrevistador: ¿Qué animales tienen conciencia? 
Low: Sabemos que todos los mamíferos, todas las aves y muchas otras criaturas, como el pulpo, cuentan con las estructuras nerviosas que producen la conciencia. Esto significa que estos animales sufren. Es una verdad incómoda: siempre era fácil decir que los animales no tienen conciencia. Ahora tenemos un grupo de neurocientíficos respetados que estudian el fenómeno de la conciencia, el comportamiento animal, la red neuronal, la anatomía y la genética del cerebro. Ya no se puede decir que no lo sabíamos.
Entrevistador: ¿Es posible medir la similitud entre la conciencia de los mamíferos y las aves y la de los seres humanos? 
Low: Esta pregunta se ha dejado abierta en el manifiesto. No tenemos un indicador, dada la naturaleza de nuestro enfoque. Sabemos que hay diferentes tipos de conciencia. Podemos decir, sin embargo, que la capacidad de sentir dolor y placer en los mamíferos y los seres humanos es muy similar.
Entrevistador: ¿Qué tipo de comportamiento animal apoya la idea de que tienen conciencia? 
Low: Cuando un perro tiene miedo o siente dolor o felicidad al ver a su dueño, son activadas en su cerebro estructuras similares a las que se activan en los seres humanos cuando mostramos miedo, dolor y placer. Un comportamiento muy importante es el auto-reconocimiento en el espejo. De entre los animales que pueden hacerlo, además de los humanos, se encuentran los delfines, chimpancés, bonobos, los perros y una especie de ave llamada pica-pica.
Entrevistador: ¿Qué beneficios podrían surgir a partir del entendimiento de la conciencia en los animales? 
Low: Aquí hay una cierta ironía. Gastamos mucho dinero tratando de encontrar vida inteligente fuera del planeta mientras estamos aquí; rodeados de inteligencia consciente en el propio planeta. Si tenemos en cuenta que un pulpo - que cuenta con 500 millones de neuronas (los seres humanos tenemos 100 billones) - consigue producir conciencia, estamos mucho más cerca de producir una conciencia sintética de lo que pensábamos. Es mucho más fácil producir un modelo con 500 millones de neuronas que de 100 billones. Es decir que estos modelos sintéticos pueden ser más fáciles ahora.

Entrevistador: ¿Cuál es la ambición del manifiesto? ¿Los neurocientíficos se han convertido en militantes del movimiento por los derechos de los animales? 
Low: Se trata de un asunto delicado. Nuestro papel como científicos no es decir lo que la sociedad debe hacer, pero hacemos público lo que descubrimos. La sociedad ahora tendrá una discusión sobre lo que está sucediendo y podrá decidir si formular nuevas leyes, realizar más investigaciones para entender la conciencia de los animales o protegerlos de alguna manera. Nuestro papel es dar a conocer los datos.
Entrevistador: ¿Las conclusiones del manifiesto tuvieron algún impacto en su comportamiento? 
Low: Creo que voy a hacerme vegetariano. Es imposible no sentirse tocado por esta nueva percepción sobre los animales, en especial acerca de su experiencia del sufrimiento. Va a ser difícil, pues me encanta el queso.
Entrevistador: ¿Qué puede cambiar con el impacto de este descubrimiento? 
Low: Los datos son perturbadores, pero muy importantes. A la larga, creo que la sociedad va a depender menos de los animales. Será mejor para todos. Déjeme darle un ejemplo. El mundo gasta 20 billones de dólares al año matando a 100 millones de animales vertebrados en investigaciones médicas. La probabilidad de que un fármaco provinente de esos estudios sea eficaz en seres humanos es del 6%. Es una pésima probabilidad. Un primer paso consiste en desarrollar procedimientos no invasivos. No creo que sea necesario quitar vidas para estudiar la vida. Creo que tenemos que apelar a nuestro propio ingenio y desarrollar mejores tecnologías que respeten la vida de los animales. Tenemos que poner la tecnología en una posición en la que sirva a nuestros ideales, en lugar de competir con ellos.



El Dr. Philip Low

Fuente: Veja
http://veja.abril.com.br/noticia/ciencia/nao-e-mais-possivel-dizer-que-nao-sabiamos-diz-philip-low

sábado, 28 de julio de 2012

If (Rudyard Kipling)

Retrato de Rudyard Kipling, por Burne-Jones

SI
Puedes conservar tu cabeza, cuando a tu rededor
todos la pierden y te cubren de reproches;
Si puedes tener fe en ti mismo, cuando duden de ti
los demás hombres y ser igualmente indulgente para su duda;
Si puedes esperar, y no sentirte cansado con la espera;
Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira,
Y si eres odiado, no devolver el odio; sin que te creas,
por eso, ni demasiado bueno, ni demasiado cuerdo;

SI
Puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos!

SI
Eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida!
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: ?persistid, es la orden!!?

SI
Puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud,
o alternar con reyes y no perder tus comunes rasgos;
Si nadie, ni enemigos, ni amantes amigos,
pueden causarte daño;
Si todos los hombres pueden contar contigo,
pero ninguno demasiado;
Si eres capaz de llenar el inexorable minuto,
con el valor de los sesenta segundos de la distancia final;

Tuya será la tierra y cuanto ella contenga
Y -lo que vale más- serás un hombre! hijo mío!



Rudyard Kipling en su estudio

domingo, 8 de julio de 2012

La silenciosa vida del Códice Calixtino: la mudez de los objetos


La noticia de la recuperación del Códice Calixtino sorprende gratamente un año después de su desaparición por robo. El Códice ha vuelto al lugar donde había estado durante siglos, la catedral de Santiago de Compostela. Mudos de voz como son los objetos  (si no es que el ser humano interpreta tantas cosas como dicen), las páginas del códice seguirán hablando de sermones, milagros, el viaje del cuerpo del apóstol Santiago, consejos morales, y cómo guiar al peregrino que acude a Galicia.

El pergamino de cada uno de sus cuadernillos nunca dirá nada acerca de las manos que lo iluminaron con delicadas miniaturas, ni de los copistas que escribieron los textos. Tampoco cantará por sí mismo las magníficas melodías que se incluyen en su interior.El Códice Calixtino no se quejará por haber sido sustraído, ni  le contará nunca a nadie que una vez, en el siglo XXI, permaneció durente unos pocos meses -no es tanto tiempo, para un libro que ha vivido nueve siglos- encerrado dentro de una bolsa de plástico, colocada en una caja de cartón viejo y desvencijado, en un mugriento y olvidado cuarto de los trastos.

Este fue el triste destino que reservó para esta joya su ladrón (al parecer, un humano de comportamiento obsesivo y seguramente algo desequilibrado, que tomó el códice para sí como venganza por lo que juzgó una injusticia social o personal).

La mayoría de nosotros imaginábamos el Códice guardado en alguna caja fuerte, o en un lugar de cuidado y mimo para los libros, donde la suciedad, las humedades, los insectos y hongos, y todo aquello que pueda alterar la integridad de un material como este, se encontrase, desde luego, en las mejores condiciones.
Perplejidad y triste asombro es lo que despierta la fotografía del hallazgo del tesoro, en tan lamentable entorno.Pero el libro, más ocupado en transmitir el mensaje importante que grabaron en él durante el siglo XII, nunca hablará de sí mismo. Seguirá ofreciendo al mundo las palabras y las notas musicales que alguien que sepa apreciarlo pueda expresar acerca del libro con voz humana.


Anonymous 4 - Miracles of Compostela (canto a 4 voces en el Códice Calixtino)

viernes, 11 de mayo de 2012

Certainly with pleasure, Loie Fuller


Loie Fuller (Illinois, 15-I-1862, París, 1928), escritora, actriz, productora y bailarina. Centró sus trabajos artísticos en los efectos visuales, utilizando tejidos que flotaban y jugando con luces multicolores. El vídeo, grabado en  1896 por los hermanos Lumiere, está coloreado a mano fotograma a fotograma.



 Representante de la Belle Epoque, fue musa de Toulousse Lautrec y de Koloman Moser



Su caligrafía angulosa revela una mujer de marcada perseverancia, reflexiva y lógica.

sábado, 5 de mayo de 2012

Intimidad medieval




La cama de matrimonio. Miniatura del Theatrum sanitatis. Italia, 1400. Biblioteca Casanatense de Roma.

Durante los siete siglos que dura la Edad Media, el papel de la mujer suele quedar en la sombra. Las de clase alta, podrían acceder a la cultura y a los estudios, pero podrían contarse con los dedos de una sola mano las mujeres que lograron tener presencia en la vida cultural e intelectual de la época (citemos en todo caso a Hildegard Von Bingen en la Alta Edad Media, y a Christine de Pizán en la Baja).
Por lo general, la mujer que no estaba destinada a la vida monástica, no tenía muchas más opciones que la de contraer matrimonio. La vida sexual de la esposa medieval estaba sometida a los acuerdos sociales y a las leyes religiosas. Después del enlace, un sacerdote acudía a la casa de los desposados para bendecir su cama y su dormitorio,  siempre en presencia de los padres de ambos. 
Una mujer decente no podía perder su virginidad antes de que un sacerdote bendijera en la Iglesia su enlace con el esposo. Durante la Edad Media, la virginidad de la mujer era considerada prenda indispensable para el matrimonio, valor influenciado tanto por la condición virginal de la madre de Jesús escrita en la Biblia como por el valor que dio el apóstol san Pablo en sus epístolas a la abstinencia sexual. Estas apreciaciones morales terminaron por radicalizase como instrumento en manos de la Iglesia cristiana, que en sus escritos de la época presentaba a la mujer como aquel objeto de pecado y tentación seductora que no permite al hombre acceder al ascetismo ni a la elevación espiritual.
En el libro Taccuinum sanitatis (manual medieval sobre salud y bienestar, basado en un tratado médico árabe) se cita el siguiente texto, referido al coito:
Óptimo: el que dura hasta que se ha emitido el esperma. 
Usos: perpetúa la especie. 
Peligros: perjudicial para quienes tienen frío y respiración seca.
Neutralización de los peligros: con alimentos productores de esperma.
(Nótese que en ningún caso este texto referido al coito se plantea otra referencia más allá de la masculina).

jueves, 3 de mayo de 2012

Ten por mucho lo poco

                                                 Versión del Dáo De Jing hallada en Mawangdui


Ten por grande lo pequeño
y por mucho lo poco.
Responde con la virtud a los que mal te quieren.
Intenta lo difícil en lo fácil.
Realiza lo grande en lo menudo.
Las cosas difíciles del Mundo
comienzan por lo fácil,
y las cosas grandes del Mundo
por lo menudo empiezan.
Por eso el Sabio nunca realiza cosas grandes
y así es como puede llevar a cabo
grandes cosas.

(Libro del Dáo Dé Jing. Poema XXVI)

Paso de la laguna Estigia. Patinir (1480-1524)

domingo, 22 de abril de 2012

¿Quiere usted ser dichoso?


Ojeando El Mundo Gráfico, un magazine de principios de siglo XX, me llaman poderosamente la atención algunos anuncios dirigidos a lectores que quieren alcanzar la felicidad. Y comienzo el peligroso ejercicio de pensar y repensar: ¿acaso hay alguien que no la desee?

Claro que, la felicidad quizá es una cuestión de matices: ¿Qué es para usted la felicidad? ¿y para su vecino? ¿y para mí?

A lo largo de todos los tiempos el ser humano se ha interrogado sobre el asunto, siendo que muchos días de nuestras vidas transcurren sin haber alcanzado -quizá sólo fugazmente- algo parecido a la felicidad. En estos anuncios de 1912 la felicidad aparece relacionada con términos que hoy pueden parecernos más o menos curiosos, o más o menos actuales: éxito en la vida, salud, fortuna, suerte, o incluso ganar en los juegos... La ausencia de felicidad, se asocia con palabras como: miseria, preocupaciones, timidez, falta de amor...

Tolstoi

Lev Tolstoi, en su libro Confesión (una autobiografía emocional), hace un intenso repaso de su existencia, mientras se interroga sobre la cuestión de la felicidad. Permitiendo al lector que le acompañe en un viaje interior hacia sí mismo, relata cómo naufraga, se hunde, emerge y se tambalea infinidad de veces a lo largo de su vida, sin conseguir alcanzar un estado duradero de armonía interior y bienestar con lo que le rodea. Finalmente, explica, volviendo en su vejez la vista hacia los campesinos más humildes de su aldea, y observa cómo justamente los más sencillos son quienes mejor han soportado la dureza de la vida, los sufrimientos más profundos y las circunstancias más adversas, con el temple y la elegancia de quienes tácitamente han entendido que no hay nada que entender.Es decir, algo parecido a lo que Tolstoi concibe como felicidad.

Así, pues, el viejo, sabio y experimentado genio literario de Tolstoi viene a decirnos que felicidad es un estado del alma, no una búsqueda del placer que otorga el éxito (¿social? ¿económico? cada cual concebirá qué es para sí el éxito), que siempre depende de las circunstancias cambiantes; el tiempo, el objeto, los lugares. Posiblemente los campesinos de Tolstoi no han perseguido nada más allá de lo que hay a su alrededor ("Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo", diría también el autor). Sin saberlo, aquellas gentes que viven una existencia tranquila, en contacto con la naturaleza, y con sus días alegres y sus sombras tristes, han alcanzado un clima íntimo de libertad interior y de confianza, que les libra de sentirse desgraciados; y su secreto para la felicidad es que no hacen siempre lo que quieren, sino que quieren siempre lo que hacen.

Para Tolstoi, el hallazgo de la felicidad tiene algo que ver con la fe religiosa. Para los pensantes que no creen en las religiones sino más bien en la simple necesidad humana de conectar con lo transcendente sin estar adscritos a ningún credo, sólo hace falta cambiar la terminología, pero probablemente estamos hablando de las mismas cosas.


Ha transcurrido exactamente un siglo desde que se publicaron estos anuncios en El Mundo Gráfico. Y el ser humano sigue enredado en sus pasiones y atormentado por la codicia, la arrogancia, el deseo, la envidia... posiblemente buscando frenéticamente fuera de sí aquellas cosas que cree que pueden aportarle felicidad: el confort, el conocimiento, el nivel económico, el reconocimiento social, el poder... Asuntos ciertamente placenteros, aunque todo placer se consume a sí mismo en cuanto que es experimentado; y por eso conduce al ansia de querer más.

Dentro de cada uno de nosotros existe un estado mental que conduce al bienestar. Tiene que ver con la serenidad, con el sentimiento de armonía y conexión con todas las cosas que tengo a mi alrededor y que me suceden a mí, sean cuales sean. Lamentablemente no se nos instruye desde niños para adquirir las llaves que pueden abrirlo. Una de las más poderosas es el ejercicio de la meditación.
Foto:M.Paz de Lema

El objetivo de la meditación no consiste en alcanzar ningún estado místico ni de iluminación. Simplemente consiste en estar aquí y ahora; atendiendo a nuestro cuerpo y a nuestros pensamientos, a nuestros sentimientos y al movimiento de nuestro entorno. Sólo es una herramienta para realizar un viaje interior (como el que realizó Tolstoi escribiendo)en el que ningún ruido externo nos amenace con distraernos de la escucha de nuestros sentimientos, emociones y necesidades físicas.

No hay nada más sencillo ni más complicado que meditar. Que es tanto como decir, conocerse a sí mismo. Un ejercicio imprescindible para alcanzar ese estado al que podemos dar nombre de "felicidad" y que requiere pararse a ejercitar la constancia, la valentía y la sinceridad. Aunque, claro, todo eso es quizá un poco más complicado que correr en busca de la suerte, el éxito, la fortuna, la suerte, y todas las recomendaciones que ya nos ofrecía la publicidad de hace 100 años; en el fondo, tan parecidas a las que nos ofrece la de hoy.

Publicidad impresa en la revista El Mundo Gráfico (1912)

domingo, 15 de abril de 2012

El crepúsculo de los dioses



Humanos del siglo XXI: ¿podríamos, por favor, dejarnos de "avances" y regresar al Neanderthal? ¿a una sociedad en la que el homínido cazaba estrictamente para comer, cuando ningún filósofo ni psicólogo había catalogado el concepto de "Ego" después de observar el triste comportamiento del ser humano, que se sigue creyendo "Rey" con poder absoluto de matar otras especies sin que exista necesidad primera de llevarlas a su gaznate por cuestión de vida o muerte...?

Quien suscribe estas líneas retornaría gozosa a cualquier época en la que el número de especies animales en peligro de extinción no fuera tan abrumadoramente alarmante como en la actualidad. Y, sobre todo, a cualquier época -pasada o futura, ojalá- en la que el ser humano pusiera por delante unos valores de respeto por otras especies que están demostrando ser muy superiores a nosotros -a las pruebas me remito- en sensibilidad, inteligencia, comunicación y solidaridad.

Pongamos, por ejemplo (creánme, elegido al azar en fecha como hoy, no es por nada...), los proboscídeos: los elefantes. Especie internacionalmente en peligro de extinción, y seriamente amenazada con desaparecer para siempre en algunas zonas del planeta. Se trata de seres extremadamente inteligentes. Más allá de su instinto, se ha demostrado que tienen memoria, pues las grandes hembras matriarcas que conducen las manadas son capaces de recordar rutas de camino específicas en las que no faltará comida en épocas de escasez, por ejemplo; o recordar a congéneres con los que no se han reencontrado desde hace muchos años. Las elefantas son solidarias ayudando en la cría de los bebés a sus compañeras (debido a ello, el índice de mortalidad infantil en esta especie es de los más bajos de la selva, ya que se organizan en verdaderas guarderías), y tienen arraigadas costumbres de duelo y rituales funerarios en los que demuestran verdadero sentimiento de dolor cuando falta para siempre un compañero. Los elefantes son muy fuertes, pero silenciosos, discretos, y, sobre todo, muy bellos y sensibles.

Extraña que el ser humano haya decidido saltarse la apreciación de todas estas cualidades y del honor que supone que este patrimonio natural nos siga acompañando durante muchos más años en este planeta, porque resulta que, pese a ser especie protegida, ciertos países africanos han decidido no legislar sobre tal protección, y no sólo permiten la organización de safaris-cacería para aniquilar elefantes, sino que lo utilizan como reclamo para atraer turismo (de magnates y poderosos) y para engrosar sus arcas (porque la excursión, desde luego, no es barata. Una familia media del sur de Europa podría comer todo un año con el precio de un safari unipersonal).

Heróico comportamiento del ser humano, que se engrandece pagando por matar a un animal que una empresa destinó a ser su blanco, y que no tiene escapatoria. Heróico, y muy noble: digno de ejemplo, de ser contado a los amigos. Claro, es que hemos evolucionado mucho desde el Neanderthal, y, ahora, ya somos civilizados. Demuestra gran sentido del valor moral y de la ética arremeter a balazos contra un ser vivo más grande que yo, y regresar contento por todo lo que he podido demostrarme a mí mismo y a los demás humanos con acto tan loable. Este es el tipo de actitud que muestran ciertos grupos humanos de alto poder socioeconómico y que consideran diversión este tipo de actividades.

Sería estupendo generar un debate entre antropólogos, psicólogos, biólogos y sociólogos para deslindar las causas de este tipo de comportamiento en los humanos. Podríamos incluir en esa mesa redonda a algún catedrático de ética y, si gustan, a algún experto en finanzas (que, en estos tiempos de la Europa en crisis, también sería pertinente).


La actriz Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950)

Para ahorrarnos el gasto de un debate, en todo caso, se puede plantear una reflexión con el visionado de la película de Billy Wilder "El crepúsculo de los dioses", que narra la historia de una vieja diva (maravillosa interpretación de Gloria Swanson) que cae en los más ridículos comportamientos por no saber aceptar su decrepitud, y arremete contra todo en un intento desesperado de recuperar algún ápice de su esplendor perdido, protagonizando escenas caricaturescas en un carnaval sádico.

Después de ver a Gloria Swanson en este filme ("Sunset boulevard" en su versión original) quizá podamos explicar a nuestros hijos -que heredarán este planeta mañana- por qué el ser humano sigue atrapado en su egocentrismo, su soberbia, sus banalidades, sus bizarras artimañas para sentirse vivo ejerciendo el placer de matar.

Entre tanto, muchos elefantes -y otras especies que son blanco de cacerías caprichosas de personajes adinerados- seguirán muriendo en el silencio triste de su indefensión. Ellos sí son esos dioses que sufren su inapelable crepúsculo definitivo.